No es lo mismo ser King Kong, que hacerse un selfi arriesgado, que vestir una camiseta ilustrada que te convierte en el Fucking King

Lo que no sabes de King Kong y de su remake.

No te voy a contar la historia que todos conocemos.

Te voy a contar esa del remake.

Hay muchas cosas iguales, los cambios tienen lugar a partir del momento en que Kong rompe sus cadenas y huye con Ann Darrow.

A partir de ahí, las cosas cambian.

Al salir a la calle con Ann, Kong ve a un peatón haciendo selfis con él en segundo plano.

Entonces, se dirige hacia el peatón y le quita el teléfono de un zarpazo.

Pero al verse con las dos manos ocupadas, cosa que le impediría escalar el Empire State Building cómodamente, decide abandonar a la chica.

Ella se siente humillada e indignada.

Le ordena que regrese, Kong se gira hacia elle para mirarla por última vez y desaparece huyendo a toda prisa.

Con el teléfono en una mano, King trepa incansable hasta lo alto de Empire.

Una vez arriba, contempla el panorama.

Ve toda la ciudad de Nueva York a sus pies, con sus edificios, con sus luces, sus coches, sus sirenas,...

Se siente, más que nunca, el fucking King of de world.

Se acomoda y empieza a hacerse selfis así, asá y asín, mientras los pilotos de los aviones se quedan flipaos.

Sabe que cuanto más arriesgado es el selfi, más likes tendrá.

Sí, King Kong tiene una cuenta en Instagram y sigue a otras cuentas de animales y de viajes.

Le encanta ver las fotos que publican y darles likes y también le pone muy cachondo recibirlos.

Se hace varias fotos desde diferentes ángulos y con diferentes expresiones.

Sonríe, guiña un ojo, saca la lengua, pone morritos, levanta el pulgar de la mano derecha, da la impresión que está imitando a Elon Musk.

Se siente tan feliz que olvida a Ann, a Carl y a los aviones que se limitan a fotografiarlo.

Solo piensa en su teléfono, en su cuenta de Instagram y en sus selfis.

Puedes tener una cuenta en Instagram, en TikTok, en Facebook o donde prefieras, pero no hace falta que arriesgues tu vida para para tener unos segundo de protagonismo.

Puedes sentirte y ser el rey del mundo solo con ponerte una camiseta que te pone de verdad.

La experiencia te demostrará que tanto los selfis arriesgados como los likes te parecerán insignificantes y ridículos.

Una condición: que la camiseta te ponga, pero que te ponga de verdad.

De lo contrario; ya sabes.

Es cuestión de ponerse, para eso, hay un formulario un poco más abajo para que me des tu correo electrónico, lo que más te guste.

Te suscribes, me das tu correo electrónico y te mando 3 correos a la semana para que te convenzas de que una camiseta que sacude te convierte en alguien importante incluso si no lo eres.

Ignoramos los placeres que están tan cerca de nosotros, por estar demasiado cerca.

Así que, nos obsesionamos con esos placeres que señalamos porque están allá.

Es justo aquí abajo.