Antes meto el móvil en la lavadora que una camiseta con un diseño que me convierte en el centro de las miradas

No meterías tu DNI en la lavadora.

Si ya lo has hecho, no eres el único, pero lo has hecho por despiste.

Hablando en serio.

No metes tu DNI en la lavadora a propósito.

Sabes que si lo metes en la lavadora te va a tocar entrar en internet y pedir cita para renovarlo.

Un follón que te cagas.

Como para que te pidan el DNI y digas “no lo tengo; es que lo metí en la lavadora y me he quedado sin él”.

Le damos mucha importancia al DNI pero no lo apreciamos.

Es decir, tenemos que cuidar de él porque es obligatorio llevarlo a cualquier parte que vayamos.

No porque sintamos algo especial hacia él.

Si te lo piden y no lo tienes, lo más seguro es que te llevas un pequeño disgusto.

Fíjate, tengo algunas camisetas con diseños que aprecio de verdad, el DNI se queda corto. Ni comparación.

Y me cuido de que no vayan a parar ni en la lavadora ni en la secadora.

Qué va.

Las lavo a mano con detergente para prendas delicadas.

Las escurro sin pasarme y las tiendo para que se sequen al aire libre.

Aprecio esas prendas estampadas más que mi teléfono móvil y más que mi DNI.

Si pierdo el móvil o se rompe o va a para dentro de la lavadora, no me siento tan mal como si me quedo sin una de mis camisetas ilustradas.

Son, para mí, como cuando paseo cogido de la mano: la persona más feliz del mundo.

No sé cuál es tu relación con las camisetas personalizadas, la mía es tan especial que cuando salgo con una de esas que me pone, me siento como si mi amante me acompañara cogido de la mano.    

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